Pero ¿qué es o qué entendemos por ALFABETIZACIÓN O COMPETENCIA EN LA INFORMACIÓN? Distintos autores hablan del concepto de alfabetización múltiple (Bawden, 2002), alfabetizaciones en la información, o alfabetización digital. Los libros de Gutiérrez Martín (2003), la compilación realizada por Snyder (2004) donde distintos autores norteamericanos reflexionan sobre este concepto, así como la obra coordinada por Monereo (2005) abordan la problemática de la alfabetización en la tecnología y cultura digital como uno de los retos escolares más acuciantes, urgentes y complejos del tiempo actual. Los tres textos referidos, aunque abordan esta cuestión con enfoques y apoyaturas teóricas diferentes, coinciden en que la alfabetización (o desarrollo de competencias, tal como la refieren Monereo y colaboradores) debe plantearse como un proceso de aprendizaje que debe ir construyendo cada alumno, bien individualmente o en grupo, a través del uso de distintos tipos de medios y tecnologías de la información y comunicación. De este modo la tecnología no sólo se concibe como un recurso de trabajo o material de apoyo en las tareas docentes, sino también como un espacio o entorno sobre el cual el alumnado tiene que aprender a enfrentarse cara a resolver situaciones problemáticas.
Como puede observarse el nuevo concepto de alfabetización múltiple, informacional o digital focaliza su atención en la adquisición y dominio de destrezas centradas en el uso de la información, y no tanto, en las habilidades de utilización de la tecnología. Por ello, podemos afirmar que los mayores retos y dificultades en la alfabetización en la cultura digital no se encuentran en la adquisición de las habilidades de manipulación del hardware y software informático.
Plantear que la alfabetización consiste exclusivamente en obtener este tipo de conocimientos instrumentales es mantener una visión reduccionista, simple y mecanicista de la complejidad de la formación o alfabetización en los nuevos códigos y formas comunicativas de la cultura digital. Los autores que han abordado esta cuestión han puesto de manifiesto que la adquisición de destrezas de uso inteligente de las nuevas tecnologías pasa, al menos, por el dominio instrumental de las mismas junto con la adquisición de competencias relacionadas con la búsqueda, análisis, selección y comunicación de datos e informaciones cara a que el alumno transforme la información en conocimiento.
Dicho de otro modo, la alfabetización en la cultura digital debiera consistir en aprender a manejar los aparatos, el software vinculado con los mismos, así como el desarrollo de las competencias o habilidades cognitivas relacionadas con la obtención, comprensión y elaboración de información. A estos ámbitos formativos, desde mi punto de vista, habremos de añadir el cultivo y desarrollo de actitudes y valores que otorguen sentido y significado moral, ideológico y político a las acciones desarrolladas con la tecnología.
En consecuencia, desde mi perspectiva un modelo educativo integral para la alfabetización en el uso de las nuevas tecnologías (véase el gráfico adjunto) requiere el desarrollo de cuatro ámbitos o dimensiones formativas:
· Dimensión instrumental: relativa al dominio técnico o instrumental de cada tecnología. Es decir, conocimiento práctico o habilidades para el uso del hardware (montar, instalar y utilizar los distintos periféricos y aparatos informáticos) y del software o programas informáticos (bien del sistema operativo, de procesadores de textos, de tratamiento de la imagen, de navegación por Internet, de comunicación, etc.)
· Dimensión cognitiva: relativa a la adquisición de los conocimientos y habilidades específicos que permitan buscar, seleccionar, analizar, comprender y recrear la enorme cantidad de información a la que se accede a través de las nuevas tecnologías así como comunicarse con otras personas mediante los recursos digitales. Es decir, aprender a utilizar de forma inteligente la información tanto para acceder a la misma, como a recrearla y difundirla a través de distintas modalidades simbólicas y mediante distintas fuentes y recursos digitales.
· Dimensión actitudinal: relativa al desarrollo un conjunto de actitudes hacia la tecnología de modo que no se caiga ni en un posicionamiento tecnofóbico (es decir, que se las rechace sistemáticamente por considerarlas maléficas) ni en una actitud de aceptación acrítica y sumisa de las mismas. Asimismo supone adquirir y desarrollar normas de comportamiento que impliquen una actitud social positiva hacia los demás como puede ser el trabajo colaborativo, el respeto y la empatía.
· Dimensión axiológica: relativa a la toma de conciencia de que las tecnologías de la información y comunicación no son asépticas ni neutrales desde un punto de vista social, sino que las mismas inciden significativamente en el entorno cultural y político de nuestra sociedad, así como a la adquisición de valores y criterios éticos con relación al uso de la información y de la tecnología evitando conductas de comunicación socialmente negativas.
Este planteamiento de la alfabetización es deudor de las ideas expresadas por Paulo Freire, en el sentido de que la alfabetización no sólo es un problema técnico de adquisición de la mecánica codificadora de los símbolos de la lectoescritura, sino un aprendizaje profundo y global que ayuda al sujeto a emanciparse, a reconocer la realidad que le circunda y en consecuencia, a reflexionar sobre la misma y actuar en consecuencia con su pensamiento.
La alfabetización, desde esta perspectiva, debe representar la adquisición de los recursos intelectuales necesarios para interactuar tanto con la cultura existente como para recrearla de un modo crítico y emancipador (Area, 2005) y, en consecuencia, como un derecho y una necesidad de los ciudadanos de la sociedad informacional. El reto escolar, por tanto, será formar al alumnado como un usuario competente en el tratamiento de la información independientemente del vehículo o tecnología a través de la cual se transmite y cualificarlo para interactuar inteligentemente con variadas formas culturales.
En un próximo post seguiré hablando de esta temática haciendo referencia a dos concepciones o discursos sociopolíticos diferenciados en torno a la alfabetización digital: uno derivado de las necesidades del mercado, el otro, derivado de un planteamiento sociocrítico de la educación.
Muy ilustrativo tu post, Manuel. Y muy oportuno para mi. Ando estos días dando vueltas a cómo redifinir conceptos como educación, aprendizaje, conocimiento, etc. en la sociedad post-conocimiento… De tu post podré sacar ideas. Muchas gracias.
Muy interesante Manuel el artículo sobre alfabetización, algo que está cambiando la manera de observarlo y verlo, aunque algunos siguen en su torre de marfil pensando que la lectura es lo más importantes, entran en juego otros elementos. Decirte que creo que hay un libro de David F. Warlick, que no has nombrado y me parece interesante:
Warlick, D. (2004). Redefining literacy for the 21st century. Worthington, Ohio: Linworth Pub.
Interesante tu blog que descubro gracias al Premio Edublogs. Me gusta el desarrollo y el planteamiento de tu post sobre la alfabetización digital. También el resto de tu blog ya que los temas me resultan de gran interés. Te animo a seguir en esta línea de calidad e interés que suscitas.
Tengo que felicitarte, Manuel, porque a una aproximación profunda y rigurosa al tema unes un lenguaje fácilmente comprensible y estimulante que hace que si empizas el artículo no puedas evitar terminarlo. ¡Enhorabuena!
Manuel, gracias por compartir tus ideas, el tema de Alfabetización digital es uno de mis favoritos.