LINEAS DE INVESTIGACIÓN

© Manuel Area Moreira

¿Qué es la Tecnología Educativa?
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Las Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs) y la educación están convirtiéndose en un programa de investigación consolidado y que atrae el interés, no sólo de pedagogos, sino también de otras disciplinas relacionadas con las ciencias de la computación (como la ingeniería del software, arquitectura de ordenadores, ...). A diferencia de estos últimos -preocupados por el diseño e implementación de sistemas tecnológicos y de software-, el interés de la T.E. se centra, en un sentido amplio, con las prácticas socioeducativas desarrolladas cn estas tecnologías, y dicho de forma más específica con el diseño, desarrollo, uso y evaluación de las TIC en distintas situaciones de enseñanza-aprendizaje que abarcan desde la formación presencial a la educación a distancia, desde la educación escolar a la educación en ámbitos no formales, desde la educación infantil hasta la docencia universitaria.

En síntesis podríamos sugerir que los principales ámbitos y líneas de trabajo que actualmente estamos desarrollando en el ámbito de la Tecnología Educativa son los siguientes:


En estos últimos años hemos abandonado en la T.E., o al menos, superado, las tradicionales visiones de los medios apoyadas tanto en los presupuestos conductistas del aprendizaje como en un enfoque tecnocrático de la enseñanza. Asimismo nuestros trabajos han ganado en mayor fundamentación teórica, superando lo que se ha denominado peyorativamente como “ferretería pedagógica”.

Actualmente gran parte de los trabajos de investigación sobre medios y la enseñanza se apoyan en las aportaciones de la teoría curricular en sus distintos ámbitos de análisis y actuación (formación del profesorado, organización instituciones escolares, materiales curriculares, procesos de innovación y mejora, etc.) así como en las aportaciones de otros campos relacionados con la cultura y la tecnología (sociología de la cultura, teorías de la comunicación, constructivismo social, CTS, estudios culturales, ...)

Desde una perspectiva metodológica apenas se realizan investigaciones de corte experimental, desarrollándose estudios de corte descriptivo en los que se combinan técnicas cuantitativas y cualitativas, así como aproximaciones a estudios de casos (bien de individuos, de centros, de experiencias, de programas) y proyectos que responden al modelo I+D).

 

Las Tecnologías de la Información y Comunicación en el sistema escolar. Una revisión de las líneas de investigación

Existen distintos trabajos de revisión teórica que han intentado sistematizar o identificar el “estado de la cuestión” sobre los procesos de integración escolar de las tecnologías digitales así como la investigación en torno a los ordenadores en la enseñanza desarrollada en las escuelas. Algunos de los más citados son los elaborados por Cuban (1986, 2001); Grunberg y Summers (1992); Reeves (1998); Honey; Mcmillan, y Carrig, F. (1999); Mcmillan, K.; Hawkings, J.; Honey, M. (1999); Heinecke (1999); Ringstaff y Kelley (2002) entre otros.

 En dichas revisiones se ha puesto en evidencia que el proceso de uso e integración de los ordenadores en los sistemas escolares es un proceso complejo, sometido a muchas tensiones y presiones procedentes de múltiples instancias (de naturaleza política, empresarial, social, pedagógica) de forma que los problemas y métodos de investigación han ido evolucionando desde la preocupación de los aprendizajes individuales con ordenadores en situaciones de aprendizaje concretas empleando metodologías experimentales, hacia estudios de corte más longitudinal y con técnicas cualitativas destinadas al estudio de casos en contexto reales de enseñanza. Al respecto McMillan y otros (1999) afirman que los primeros estudios en la década de los sesenta y setenta se preocuparon por la distribución y usos de los ordenadores en las escuelas y por los resultados que obtenían los alumnos cuando trabajaban con estas máquinas. El interés consistía preferentemente en medir si los ordenadores eran más eficaces que otros medios para el rendimiento. Sin embargo, a mediados de los años ochenta la situación cambió rápidamente con la llegada de materiales electrónicos innovadores. "Se empezó a entender que los efectos de las tecnologías sobre la enseñanza y el aprendizaje podría ser comprendido solamente si se analizaba como parte de la interacción de múltiples factores en el mundo complejo de las escuelas" (p.1).

 El conjunto de trabajos, estudios, investigaciones, informes evaluativos desarrollados con relación al impacto de la tecnología digital sobre la enseñanza en los contextos escolares podría clasificarse en cuatro grandes tipos:   

a)      Estudios sobre indicadores del grado de disponibilidad y accesibilidad a las TIC en el sistema escolar

Este tipo de estudios son los más utilizados desde las organizaciones e instituciones gubernamentales. Tienen, en la mayor parte de los casos, una naturaleza cuantitativa y están desarrollados con la técnicas de investigación procedentes de la investigación sociológica y estadística. Su ventaja es que ofrecen medidas concretas que permiten comparar la situación de un determinado sistema escolar tanto longitudinalmente en el tiempo (es decir, la evolución de un sistema a lo largo de un periodo específico de años) como con respecto a sistemas escolares de otros países y/o regiones geográficas. Sus limitaciones más relevantes son:

-         una fiabilidad limitada de las mediciones realizadas, ya que en ocasiones existen informes que ofrecen puntuaciones distintas para el mismo fenómeno en el mismo periodo de tiempo (por ejemplo, la cantidad de ordenadores en las escuelas de un determinado país en un periodo temporal dado). Ello ocurre porque en ocasiones estos indicadores se obtienen a través de encuestas a organismos u administraciones oficiales donde pueden “interpretar” de modo distinto la forma de puntuar o medir un determinado indicador;

-         la otra limitación se refiere a que estos datos cuantitativos nos aportan poca información sobre el uso pedagógico de las nuevas tecnologías y sobre su potencial impacto en la mejora de la calidad de enseñanza. A veces, se interpreta el dato estadístico de la cantidad de presencia de ordenadores en las aulas como un indicar de calidad educativa. Sin embargo no hay ninguna evidencia que sugiera que a mayor cantidad de tecnología existe un aumento de la calidad de los procesos educativos. Como afirma Means (1998, p. 9) “Es evidente que la simple dotación de hardware, cables y software no convertirá a nuestros alumnos en más inteligentes y productivos. ... No debiéramos esperar encontrar un impacto de la presencia per se de la tecnología del mismo modo que no lo hacemos con la presencia de las pizarras o los libros. Lo que sí es mucho más probable que influya sobre los alumnos y los profesores es un tipo particular de innovación educativa apoyada en la tecnología. Es la práctica educativa -que incluye a individuos, contenidos, instrumentos y actividades- la que influye en el aprendizaje del alumno” .

b) Estudios sobre el impacto de los ordenadores sobre el aprendizaje de los alumnos 

El segundo tipo de estudios tiene como centro de interés la medición de la eficacia del uso de ordenadores sobre los procesos de aprendizaje, y más específicamente sobre el rendimiento de los alumnos en la adquisición de los conocimientos en una determinada materia. Esta línea de investigación, en consecuencia, ha estado preocupada por averiguar en qué medida los ordenadores mejoraban y/o aumentaban la calidad y cantidad del aprendizaje con relación a otros medios didácticos.

 Esta línea de estudios quizás sea la que mayor tradición posea ya que desde los años 70 se viene trabajando en esta dirección. Sin embargo, hoy en día, al menos desde los ambientes académicos vinculados con el estudio del curriculum y los sistemas escolares, no es el tipo de estudio más cultivado. Se caracteriza desde un punto de vista metodológico por diseñar estudios de corte experimental. Es decir, son investigaciones con hipótesis concretas, variables mensurables de forma cuantitativa y situaciones de enseñanza en las que existe un grupo de alumnos experimental y otro de control. La variable dependiente y que es manipulada por los investigadores es, normalmente, el ordenador, o más concretamente, el programa o software de enseñanza. 

El interés de los investigadores fue, como hemos indicado, demostrar la eficacia instructiva de la tecnología informática, y para ello pretendió comprobarse a través de experimentos en los que se comparaban a grupos de alumnos que aprendían un determinado contenido o materia (matemáticas, lengua) en unos casos sin la presencia del ordenador, y en otros, con su utilización en el aula. Posteriormente se pasaba una prueba de control de conocimientos a dichos alumnos y se comparaban los resultados.  

Debido a la gran cantidad de este tipo de trabajos realizados, de forma periódica, han ido publicándose distintos estudios de metaanálisis en los que se intentó sintetizar los resultados obtenidos y concluir sobre el grado y condiciones bajo las cuales los ordenadores tienen determinados efectos en los procesos de aprendizaje y en el rendimiento escolar de los alumnos.

c) Estudios sobre las perspectivas, opiniones y actitudes de los agentes educativos externos (administradores, supervisores, equipos de apoyo) y del profesorado hacia el uso e integración de las tecnologías en las aulas y centros escolares.

 El tercer tipo de estudios centran su interés en explorar, chequear e identificar las opiniones, actitudes o puntos de vista que mantienen los docentes y otros agentes educativos hacia las nuevas tecnologías y su utilización con fines educativos. La justificación de la necesidad de realización de estos estudios se apoya en el supuesto de que las prácticas de enseñanza con ordenadores está condicionada, entre otros factores, por lo que piensan los docentes en torno al potencial pedagógico de dichas tecnologías, por las actitudes que mantienen hacia las mismas y hacia la innovación educativa, y por las expectativas hacia su impacto en el aprendizaje y mejora de su docencia (Chiero, 1997; Windschitl y Salh, 2002). 

Según Braak (2001) el estudio de las actitudes docentes hacia los ordenadores tiene una importante tradición desde hace más de veinte años habiéndose desarrollado distintos instrumentos para su identificación. Algunos ejemplos son la “Computer Attitude Scale” de Loyd y Gressard (1984), la “Attitude-Toward-Computer Usage Scale” de Popovich, Hyde y Zakrajsek (1987); o la “Computer Attitude Measure” de Kay (1993). La mayoría de estos instrumentos miden actitudes hacia el ordenador de una forma genérica sin especificaciones concretas hacia aplicaciones particulares del mismo. Metodológicamente son estudios exploratorios en los que suelen emplearse el método de encuesta a través de cuestionario cuando utilizan muestras amplias de sujetos, o bien la técnica de la entrevista y/o discusión en grupo cuando los participantes en el estudio son un número reducido de individuos. Este tipo de trabajos son elaborados, en muchas ocasiones, por equipos universitarios bien como proyecto de investigación, bien como encargos de estudios evaluativos realizados desde algún organismo gubernamental y/o organización privada como son las fundaciones con la finalidad de disponer de un “retrato” del estado de opinión de estos agentes educativos. En otras ocasiones este tipo de estudios cumplen el papel de diagnosis o evaluación inicial cara a planificar un programa de incorporación de nuevas tecnologías a gran escala, o cuando se pretende identificar demandas y necesidades bien formativas bien profesionales del profesorado.

 d) Estudios sobre los usos y prácticas pedagógicas con ordenadores en contextos reales de centros y aulas.

 La cuarta línea de investigación tiene por objeto el indagar y explorar cuáles son los fenómenos que rodean y acompañan al uso de ordenadores en la práctica educativa desarrollada en centros y aulas. Esta es una perspectiva de estudio relativamente reciente, pero que está en crecimiento ya que proporciona conocimientos valiosos sobre lo que ocurre en la realidad escolar y tienen el potencial de ser transferidos de unos contextos a otros.

 Metodológicamente se apoyan en planteamientos cualitativos de estudio de casos tomando como unidad de análisis bien la totalidad de un centro escolar, bien a un grupo de docentes de una misma materia o nivel educativo, bien a un profesor o aula concretos. En consecuencia, las entrevistas, las discusiones en grupo, las observaciones, los diarios de campo, y los análisis documentales son las técnicas de investigación más habituales.

 El interés en la realización de este tipo de estudios, actualmente, descansa en la búsqueda e identificación de cuáles son los factores o variables que están presentes en aquellas situaciones o experiencias que pudieran ser consideradas como innovadoras o valiosas desde un punto de vista pedagógico. Es decir, se presente estudiar en profundidad bajo qué condiciones y en qué contextos concretos funcionan ciertas prácticas con ordenadores que son evaluadas como “exitosas”. En última instancia lo que se pretende es obtener un conocimiento fenomenológico de ciertas situaciones de enseñanza-aprendizaje con ordenadores que puedan ser transferidas a otros centros y aulas.

Una de las conclusiones comunes en estos estudios es que la integración y uso de las tecnologías informáticas en las escuelas está condicionado, además de otros factores de índole infraestructural y de recursos, por las actitudes, concepciones y destrezas del profesorado, por la cultura organizativa de la propia escuela, y por las formas que interactúan los alumnos En este sentido, el profesorado, y específicamente su formación tanto tecnológica como pedagógica junto con la cultura organizativa del centro, son factor es clave en el proceso de integración y uso curricular de las nuevas tecnologías.

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